OBJETIVOS DEL DESARROLLO SOSTENIBLE


 OBJETIVOS DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

1.  FIN DE LA POBREZA


La tasa de pobreza mundial se ha reducido a la mitad desde el año 2000. En África Subsahariana, la pobreza afecta al 42 % de la población, que vive en una situación dramática. Pero, incluso así, esas no son las únicas zonas del mundo en las que hombres, mujeres y niños padecen necesidades: ningún país está libre de los devastadores efectos de la pobreza. De hecho, se calcula que 738 millones de personas conviven cada día con sus consecuencias y en la actualidad, unos 30 millones de niños de los países más ricos crecen en la pobreza, debido al aumento de la desigualdad como consecuencia de la crisis económica mundial.

2. HAMBRE CERO








El segundo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 2) es acabar con ella, pero el reto no es fácil, y tras décadas de avances el problema vuelve a aumentar en zonas como América Latina o el Caribe. El hambre y la malnutrición son trampas de las que resulta difícil escapar: hacen que quienes las padecen sean personas menos productivas y más propensas a contraer enfermedades y por tanto, con muchas dificultades para aumentar sus ingresos y mejorar su nivel de vida. Se trata de un círculo vicioso en el que viven atrapados millones de hombres, mujeres y niños, no solo en África o América Latina, sino también en zonas como Estados Unidos, Europa u Oceanía.

3. SALUD Y BIENESTAR












Cada año mueren en el mundo más de cinco millones de niños menores de cinco años, la mayoría en África subsahariana y Asia meridional. De hecho, la elevada tasa de mortalidad infantil, la pérdida de vidas durante el parto o el SIDA son algunos de los mayores problemas de salud a nivel global a los que debemos enfrentarnos en la actualidad. De ahí que el tercero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) vaya en esa línea: la de garantizar una vida saludable y promover el bienestar universal. Por otro lado, la proporción de madres que no sobreviven al parto, en comparación con las que lo hacen, es todavía 14 veces mayor en los países en desarrollo que en las regiones desarrolladas.

4. EDUCACION DE CALIDAD









De ahí que el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4 ponga el foco en ella. Y la formación de la infancia (y también de la población adulta) puede ser la clave para el desarrollo. La falta de recursos es una de las principales causas de la elevada mortalidad infantil en las zonas más desfavorecidas del planeta, pero incluso ante esas circunstancias la educación puede marcar la diferencia. Aún queda mucho por hacer para alcanzar el ODS 4, y las mujeres y niñas de los países en vías de desarrollo son actualmente las que más obstáculos encuentran para acceder a la educación.

5. IGUALDAD DE GENERO












La brecha de género es una realidad presente en todo el mundo, y en muchos casos con drásticas consecuencias, de ahí que centre la atención del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 5. En los países en vías de desarrollo las mujeres y niñas son actualmente las que más obstáculos encuentran para acceder a la educación; de hecho, 2/3 de las personas que no saben leer ni escribir en el mundo son mujeres, lo que limita sus posibilidades de incorporarse al mundo laboral, alcanzar la libertad económica y desarrollar su autonomía. Es más, por sorprendente que pueda parecer, aún hoy en muchos países los hombres no pueden ser procesados por violaciones producidas dentro del matrimonio. Pero eso no solo pasa en lugares lejanos y culturas distintas: también en el mundo desarrollado hay países en los que no hay una legislación que criminalice explícitamente las violaciones conyugales.

6. AGUA LIMPIA Y SANEAMIENTO














Millones de personas en el mundo viven sin agua corriente y deben recorrer largas distancias para acceder a ella. La ausencia de agua limpia provoca condiciones insalubres, y la muerte de más de 800 niños al día por enfermedades asociadas a la falta de higiene. Además, no tener acceso al agua aumenta la pobreza, recrudece el hambre y la desnutrición y amplía la brecha de género. Y supone, además, un grave obstáculo para su educación, de ahí que el acceso a agua limpia y saneamiento haya sido considerado de tanta importancia como para convertirse en el ODS 6. Gracias al trabajo realizado por la comunidad internacional y las organizaciones de la sociedad civil durante los últimos años, un porcentaje cada vez mayor de la población tiene acceso a fuentes de agua potable, pero mentiríamos si dijéramos que ya está todo hecho.

7. ENERGIA ASEQUIBLE Y NO CONTAMINANTE






















Garantizar que todas las personas podamos disponer de energía es fundamental para el desarrollo. De esto dependerá enormemente que podamos cumplir con el resto de Objetivos de Desarrollo Sostenible. Al quemar estos recursos para procesarlos, su alto contenido en carbono ha producido -y aún lo hace- enormes cantidades de gases de efecto invernadero. Estos gases influyen en el cambio climático y en el bienestar de todas las personas, sobre todo de aquellas más desprotegidas (casualmente coinciden con las que menos gases emiten).

8. TRABAJO DECENTE Y CRECIMIENTO ECONOMICO

Eso es lo que millones de personas en el mundo necesitan para escapar de la pobreza. Porque todavía hoy, en muchos lugares del mundo, tener un empleo no basta para eso. Crear empleos de calidad continúa siendo uno de los mayores desafíos para la economía global, y no solo en países de renta baja. De ahí la necesidad de marcarnos una meta global como la que constituye el ODS 8. Es necesario, también, mejorar el acceso a los servicios financieros, de modo que todo el mundo pueda gestionar eficazmente sus ingresos, acumular activos y realizar inversiones productivas.
9. INDUSTRIA, INNOVACION E INFRASTRUCTURA

Una economía sólida es la base para un desarrollo sostenible. El ODS 9 busca fortalecer el tejido industrial y aumentar su contribución al crecimiento en los lugares más desfavorecidos. Así que aumentar la inversión en ese aspecto es uno de los primeros pasos que el sector debería atajar para dar cumplimiento a este objetivo. Esto implica incrementar considerablemente, de aquí a 2030, el número de personas que trabajan en investigación y desarrollo por millón de habitantes, así como los gastos de los sectores público y privado en ese campo.
10. REDUCCION DE LAS DESIGUALDADES





¿Qué es necesario para alcanzar el ODS 10?

El reto en los países en desarrollo pasa, en primer lugar, por promover las exportaciones. De hecho, un aumento del trato libre de aranceles puede ser de gran ayuda en este sentido. Además, es necesario trabajar para que estos países tengan una mayor participación dentro del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Es importante también facilitar la movilidad ordenada, responsable y segura de las personas, para lo que es necesario contar con políticas migratorias planificadas y bien gestionadas. Además, los avances tecnológicos pueden ayudarnos a reducir el elevado coste que hoy por hoy supone, para los trabajadores migrantes, enviar dinero a sus países de origen.

Por otro lado, la igualdad de género es una pieza clave para el ODS 10. ¿Por qué? Porque, de hecho, buena parte de la brecha de ingresos se debe a la desigualdad de género dentro de los propios hogares. Son mayoritariamente las mujeres quienes o no reciben ningún salario, o cuentan con los ingresos más bajos dentro del núcleo familiar. Así que alcanzar el ODS 10 pasa también por trabajar en favor de la igualdad de oportunidades y del acceso a la educación de mujeres y niñas.

Además, es necesario mejorar la protección social de los colectivos más vulnerables. De hecho, pese a los avances en este sentido, actualmente las personas con capacidades diferentes tienen hasta cinco veces más probabilidades de enfrentarse a gastos de salud calificados como «catastróficos».

¿Qué hacemos desde Ayuda en Acción para alcanzar el ODS 10?

Nuestro trabajo para reducir la desigualdad es extenso y lo afrontamos desde distintas perspectivas. El empoderamiento de la mujer es, sin duda, uno de los ejes centrales de nuestra labor en favor del ODS 10 y pasa por proporcionarles formación y capacitarlas para obtener sus propios ingresos, ya sea mediante un empleo o con un proyecto propio. Gracias a ello, en Uganda o Kenia algunas mujeres han conseguido, por ejemplo, vender los productos de su propia huerta o lo pollos que crían en casa; en Nicaragua se han propuesto vender su propio pan; en Bolivia se han organizado en la Asociación Integral Guaraní de Productores Agropecuarios, y producen miel, maíz, ají y otros productos. Pero estos son solo algunos ejemplos.

En España, nuestro trabajo en favor del ODS 10, incluye también ayudas para el material escolar y becas comedor a las familias más desfavorecidas, así como el impulso de proyectos de innovación educativa que pretenden reducir las desigualdades creando oportunidades para quienes más pronto de lo que parece, deberán decidir su futuro. Proyectos como ‘El Ensayadero’, por ejemplo, combinan la educación musical tradicional con tareas complementarias que desarrollan la cooperación y el trabajo en equipo

11. CIUDADES Y COMUNIDADES SOSTENIBLES








Actualmente, la mitad de la población mundial se concentra en ciudades. Viven en ellas unos 3 500 millones de personas y se calcula que la cifra ascenderá a 5 000 millones de aquí al año 2030. Como consecuencia de ello, temas como el suministro de agua dulce, la salud pública o la gestión de residuos se vuelven cada vez más complejos. Y de ahí la enorme importancia de una gestión eficiente de los espacios urbanos, como persigue el ODS 11.

Hoy en día las ciudades ocupan aproximadamente un 3% de la superficie de la Tierra. Sin embargo, representan la mayor parte del consumo de energía y emisiones de carbono del mundo. Un 90% de la población urbana respira a diario aire contaminado, que no cumple con los estándares de calidad establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Y a ello se suma, además, la situación insalubre en la que viven millones de personas de barrios marginales, la mayoría de ellos en Asia oriental.

12. PRODUCCION Y CONSUMO RESPONSABLE







A este ritmo, es posible que en 2050 necesitemos los recursos naturales de tres planetas como el nuestro para mantener nuestro estilo de vida actual. Increíble, ¿verdad? De ahí la importancia del ODS 12, que busca conseguir un uso eficiente de los recursos y la energía.

El ODS 12 es el Objetivo de Desarrollo Sostenible más directamente relacionado con tus actividades cotidianas: tu manera de hacer la compra, de cocinar o de hacer uso del agua o la calefacción pueden marcar la diferencia. Y si además estás al frente de una empresa, puedes cuidar el impacto ambiental de tu negocio y ofrecer a tu clientela la posibilidad de llevar un estilo de vida sostenible apostando, por ejemplo, por envases hechos con materiales reciclados o biodegradables.

13. ACCION POR EL CLIMA











El cambio climático es una realidad, un problema que no entiende de fronteras y, por tanto, un reto global al que, como señala el ODS 13, debemos enfrentarnos lo antes posible. Actualmente las emisiones de gas de efecto invernadero están en el nivel más alto de la historia y si no actuamos ya, la temperatura media de la superficie terrestre podría aumentar unos 3 grados centígrados este siglo.

¿Qué supone eso? Por cada grado que aumenta la temperatura, la producción de cereales se reduce un 5% aproximadamente, y las consecuencias de un clima más cálido no solo se están notando en la producción de maíz, trigo y otros productos, sino también en los océanos o el hielo del Ártico.

Además, el cambio climático aumenta la probabilidad de desastres naturales y tiene efectos devastadores en otros ámbitos, provoca la sequía y la degradación de la tierra, lo que a su vez desencadena importantes migraciones humanas. Además, causa estragos en la calidad del aire y el acceso al agua en algunas zonas del planeta, lo que repercute enormemente en la salud de la población. Es, en definitiva, el desencadenante de un devastador efecto dominó del que nadie sale indemne, y que perjudica especialmente a los más pobres. De ahí la importancia de cumplir con el ODS 13.

14. VIDA SUBMARINA









Los mares y océanos son elementos estrechamente relacionados con nuestra supervivencia. Son una importante fuente de alimento, medicinas, biocombustibles y otros productos, e históricamente han sido también una vía fundamental para el comercio. Además, contribuyen a la descomposición molecular, reducen la contaminación y sus ecosistemas costeros actúan como amortiguadores para reducir los daños causados por las tormentas. El agua que bebemos, la lluvia que hace que la cosecha salga adelante, o incluso el oxígeno que respiramos están de un modo u otro vinculados a ellos. De ahí la importancia del ODS 14.

Por si eso no fuera suficiente, cabe recordar que los océanos cubren las tres cuartas partes de nuestro planeta, y suponen el 97 % del agua presente en la Tierra, lo que les otorga un papel fundamental en nuestro modo de vida. De hecho, la pesca marina emplea directa o indirectamente más de 200 millones de personas.  Los océanos son considerados la mayor fuente de proteínas del mundo. Y actualmente, más de 3 000 millones de personas dependen de la biodiversidad de esas aguas para su sustento.  Como consecuencia de todo ello, trabajar en favor de un futuro sostenible implica, necesariamente, garantizar una gestión eficiente de la vida submarina, tal y como persigue el ODS 14.  Hablamos de un hábitat de enorme riqueza, con unas 200 000 especies identificadas, y posiblemente millones a la espera de ser descubiertas, pero en el que el nivel de residuos es cada vez mayor y las consecuencias económicas y ambientales, enormes.

15. VIDA DE ECOSISTEMAS TERRESTRES










Los bosques albergan a más del 80 % de las especies terrestres de animales, plantas e insectos. Y alrededor de 1 600 millones de personas dependen de ellos para su sustento, incluidos 70 millones de personas indígenas.  Además, estos son no solo fuente de alimento y biodiversidad, sino también un elemento fundamental en la lucha contra el cambio climático. Pero cada año desaparecen 13 millones de hectáreas de bosque, de ahí la importancia del ODS 15.

La deforestación y la desertificación representan un enorme desafío para el desarrollo sostenible y para la lucha contra la pobreza de millones de personas. De hecho, aproximadamente, el 80% de las personas que viven en las zonas rurales de los países en desarrollo dependen de medicamentos tradicionales basados en plantas. Tres cuartas partes de los fármacos con receta más demandados del mundo contienen componentes derivados de plantas que pueden verse amenazadas. Además, la degradación de los bosques perjudica a la calidad del agua dulce y aumenta la erosión del suelo y las emisiones de carbono.

16. PAZ, JUSTICIA E INSTITUCIONES SOLIDAS












El desarrollo de un país está estrechamente relacionado con la salud de sus poderes públicos y el Estado de derecho. Ambos se condicionan mutuamente, de ahí que el ODS 16 ponga el foco en este aspecto.

Más concretamente, en la violencia sexual, la trata de personas o la explotación infantil, problemas que debemos atajar de manera urgente. Son cuestiones esenciales para construir sociedades pacíficas e inclusivas. A ello se suma la corrupción, una amenaza global que afecta especialmente a la policía y el poder judicial, y que supone un importante coste económico para los estados. De hecho, el soborno, el robo y la evasión impositiva representan alrededor de 1,26 billones de dólares al año para los países en desarrollo. Es una cantidad que, obviamente, podría suponer una importante diferencia para muchos de sus habitantes, que viven en situación de pobreza.

Los conflictos armados son, además, los responsables de apartar de la escuela a más de 28 millones de niños y niñas. En algunos casos por la imposibilidad de llegar a las aulas o la falta de profesores, en muchos otros porque son obligados a luchar, convertidos en niños soldado. De acuerdo con los últimos datos de UNICEF, en la actualidad el mundo está inmerso en más conflictos bélicos que en cualquier otro momento de los últimos 30 años.  Además, en este contexto, actualmente un alto porcentaje de presos cumplen condena sin que exista una sentencia.

17. ALIANZAS PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS








Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible requiere trabajar en equipo. Es necesario implicar a los Gobiernos, pero también contar con el compromiso de empresas y sociedad civil. Y en esa acción coordinada pone el foco el ODS 17.

La inversión privada en infraestructuras, transporte y otras cuestiones puede ser decisiva para los países en vías de desarrollo. Hablamos, por ejemplo, de apostar por las fuentes de energía sostenibles y facilitar su implantación, mejorar las comunicaciones y financiar el acceso a las tecnologías de la información. Todo ello puede marcar una enorme diferencia para los lugares más desfavorecidos del mundo. De hecho, actualmente un 90% de la población mundial sin acceso a Internet se encuentra en los países en vías de desarrollo. Aunque quizás te parezca un mal menor, a día de hoy supone una importante limitación para mejorar su situación, de ahí que esto forme parte del ODS 17.

Además, hay otras acciones de responsabilidad social corporativa que también encajan en el ODS 17 y que pueden ayudarnos a todos, porque uno de los lemas de los ODS es «no dejar a nadie atrás». Las empresas tienen en su mano facilitar e inspirar un consumo responsable y sostenible y pueden contribuir enormemente a la creación de una sociedad más justa e igualitaria. ¿Cómo? Comprometiéndose, por ejemplo, a evitar la mano de obra infantil en su cadena de producción, a usar materiales reciclados o biodegradables o a aplicar una política de contratación igualitaria e inclusiva, con unas condiciones dignas para su plantilla.













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